San Luis: despidos en el municipio de Villa Mercedes y persecución policial
Un grupo de mujeres está al frente de la lucha por la reincorporación de todos los despedidos. A su vez, denuncian persecución y amedrentamiento constante por parte de la Policía provincial.
Con una carpa instalada frente a la sede de la Municipalidad de Villa Mercedes, unos 70 trabajadores municipales luchan por su reincorporación luego de haber sido despedidos durante los primeros días del año.
Además un grupo de mujeres, que está al frente del reclamo, denuncia que sufre desde hace varios días persecución por parte de la Policía de la provincia y hostigamiento diario.
“La nueva gestión municipal dejó a 70 familias en la calle solo porque en las elecciones pasadas apoyaron a otro color político”, comentó una de las mujeres despedidas. El nuevo intendente es el peronista Maximiliano Frontera, que responde al gobernador Alberto Rodríguez Saá.
Gisella Palacios, exempleada con cuatro años de antigüedad y con la categoría más baja del convenio colectivo, comentó que algunas fueron sacadas de sus lugares de trabajo “sin el aviso de despido y sin causales administrativas que lo justifiquen”. Además, aseguró que por reclamar le rompieron el vidrio del auto en la puerta de su casa.
Entre las despedidas, se encuentran empleadas del Concejo Deliberante y administrativas de la Municipalidad de Villa Mercedes (ciudad situada a 80 kilómetros de la capital provincial), que no ganan más de $ 30.000 y cuya liquidación final fue establecida “entre $ 4.500 y $ 9.000”. Las mujeres aseguran estar “asustadas” y ser víctimas de “persecución política” por haber apoyado en las elecciones provinciales al sector que representa en San Luis el senador Adolfo Rodríguez Saá, hermano del gobernador y enfrentado con éste, por las tensiones del poder provincial.
Las mujeres que llevan adelante esta lucha piden ser recibidas por el intendente Frontera, un llamado a sesión extraordinaria por parte de los concejales y la intervención de la flamante Secretaría de la Mujer, creada por la actual gestión.
“Hubo recolectores de residuos que fueron obligados a bajarse del camión a las 5 de la mañana y volver al municipio caminando”, agregó la trabajadora. “Nadie nos escucha. Hay compañeras que aún no perciben los días trabajados hasta el despido, y como mamás tenemos que hacer frente al ciclo lectivo que se viene y hoy ni siquiera podemos asegurar la comida de nuestros hijos”, sostuvieron.
Según manifestaron desde la Municipalidad al momento de anunciar los despidos, en la contratación “no fueron respetados los procedimientos establecidos por la ley”.