Acudieron al Ministerio de Trabajo para reclamar una “suma permanente” y no un bono “por única vez”.
La conducción del Soyem avisó hoy que la presión inflacionaria sobre los salarios ya superó el último acuerdo paritario y por eso abrieron una instancia ante el Ministerio de Trabajo, donde aspiran a reclamar una nueva recomposición, en forma de “suma permanente” y no de bono “por única vez”, como fueron los 60 mil pesos dispuestos por el gobierno nacional, que el municipio no pagó.
Cuando el intendente Gustavo Gennuso comunicó aquella decisión, hace un mes, el gremio no manifestó un rechazo terminante, porque dio por sentado que el último acuerdo de aumentos salariales -consistente en una suma fija de 66.000 pesos mensuales que se incorporará al básico en tres tramos de 22.000 pesos– colmaba el requerimiento de mantener el poder adquisitivo.
Pero la secretaria general Brenda Morales dijo que ahora hay inquietud entre los trabajadores porque “la situación cambió” y ante la última devaluación “sumada a otra que se viene”, según señalan pos principales economistas, se ven empujados a pedir un aumento extra antes del recambio de gobierno, al que denominó “un paliativo”.
Dijo que la suma de 60 mil pesos que pagó el Estado nacional y también la provincia (además del sector privado) la dejaron pasar porque se aplicó “una sola vez”, y el Soyem va por un adicional que quede incorporada en los salarios, hasta ver “qué rumbo toma el nuevo intendente” Walter Cortés, con fecha de asunción en diciembre.
“Los trabajadores están golpeados en su salario”, dijo Morales. Aseguró que esta semana realizaron una presentación en Trabajo para abrir ese debate con el Ejecutivo y entiende que “va a haber predisposición” para establecer un nuevo ajuste.
En paralelo, llevaron otro requerimiento para discutir condiciones de trabajo en las áreas consideradas insalubres, especialmente para los recolectores de basura. El Soyem denunció que estos agentes, 65 en total, no reciben ropa apta para esa tarea ni tienen baños o vestuarios donde cambiarse.
Según señalaron Morales y también el secretario gremial, Cristian Umaña, “no se cumple el régimen de salubridad” y el municipio está en falta con la cobertura de esa demanda en varias dependencias, entre ellas el vertedero de residuos, donde los trabajadores conviven con sustancias peligrosas.
Esta última situación fue objeto de un recurso de amparo que presentó el Soyem hace un año ante la Justicia Laboral y que permanece irresuelto. Morales dijo que las conciliaciones intentadas en esa instancia no prosperaron y que la Justicia incurre en demoras que no logran entender. Reconoció que para el gremio “tenía otras expectativas” al impulsar el amparo.
La jefa de Gabiente del municipio, Marcela González Abdala, dijo sobre ese tema que el municipio atiende los reclamos a medida que se presentan y negó que se retacee indumentaria para los empleados o se descuiden los lugares de trabajo. “No sé si alguna vez el municipio compró tanta ropa para el personal como ahora -afirmó-, hay entregas casi diarias”. Según Abdala, si a veces hay problemas puntuales es por atraso de los proveedores.
Sobre el planteo salarial, no hizo comentarios. Morales dijo que desde el Soyem en su momento estuvieron conformes con el cierre de la paritaria anual y la presentaron como un logro importante, porque las sucesivas sumas fijas incorporadas al salario representaban un aumento promedio anual del 147%.
Pero advirtió que ahora ese número quedó atrasado, ante la devaluación y el aumento constante de precios, de modo que no pueden esperar hasta febrero, cuando se reabriría la negociación.