El jefe de Gabinete bonaerense habló con este medio sobre cómo se prepara la provincia para la expansión del coronavirus. La relación con los jefes municipales y su opinión sobre el “ruidazo”: “Fue una minoría. La oposición es consciente de que estamos ante un problema difícil de encuadrar”.
C.B.: Teníamos problemas para sostener una gripe común. Eso ya era complejo porque había escasez de camas, de respiradores. Nos encontramos con un sistema en malas condiciones. No era posible hacer una derivación entre hospitales provinciales. Todo se hacía de manera telefónica. En la actualidad, tenemos más de 100 obras en hospitales: poniendo camas y respiradores. Estamos haciendo un esfuerzo titánico para prepararnos de la mejor manera para cuando se dé el pico.
P: ¿Qué lugar ocupa el Conurbano en la contención del estado provincial? ¿Cómo se aplica la cuarentena en lugares donde la situación habitacional no está en condiciones?
C.B.: En el Conurbano está la mayor concentración de gente. Es difícil. Estamos articulando el sistema. Es una cuarentena obligatoria, pero en algunas barriadas es imposible por lo que tratamos de hacerlo cumplir en su mayor medida con la contención necesaria. En Mar del Plata, por ejemplo, tenemos la población más importante de adultos mayores. Y a eso hay que prestarle atención. Hoy tenemos 310 casos y el mapa de calor se concentra en el norte de la provincia, que es gente que volvió de viaje. Pero sabemos que de a poco se va a ir pintando todo el Conurbano.
P.: Hubo ciertos cruces con gobernadores e intendentes que pidieron que el gobierno nacional no centralice la compra de los respiradores. ¿Cómo manejaron este tema con los intendentes?
C.B.: Esto creo que es algo unánime. Está bien la centralización de los respiradores porque es el insumo crítico. Pasa que hay empresarios que compran su respirador, se lo llevan a la casa y no saben ni cómo prenderlo. Hay una “fetichización” del instrumento médico que es socialmente inviable. Se centralizaron los de producción nacional. Los municipios y las provincias son libres de importar. Nosotros estamos pensando en importar y claro que nos gustaría que nos lleguen más pero hay determinada cantidad de producción que, para tiempos normales, es en exceso. Al punto que exportábamos. Lo que pasa es que explotó la demanda. No es un problema de recurso monetario, es de oferta.
P.: Lo llevo al territorio. Más allá de las recomendaciones de Kicillof y de Berni, muchos intendentes decidieron cortar los accesos pese a no contar con la competencia para hacerlo. ¿Cómo impactan estas decisiones puertas adentro?
C.B.: Hay situaciones de diversos colores. No se trata de cerrar el conjunto de los accesos. Hubo muchos casos de intendentes que se vieron forzados socialmente porque lo pide el de al lado y reclaman lo mismo. Y ellos reaccionan, o sobre reaccionan. Hubo distritos donde hicieron cerramientos con montículos de tierra y pasó que se les inundó a la calle porque no circulaba el agua y eso se volvió una pileta de reproducción de dengue. A veces se quiere solucionar un problema y se provoca otro. Pero hay que ser claro: no hay que tomarse atribuciones que ni siquiera tiene el gobernador.
P.: Los jefes municipales empiezan a plantear problemas para pagar salarios. ¿Qué va a hacer la provincia al respecto?
C.B.: Los dos problemas son el equipamiento médico y el financiamiento de los recursos. Paramos la economía durante un mes y estamos de acuerdo con las medidas nacionales. Estamos abocados a eso. El gobernador ya les recomendó a los intendentes que utilicen el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), que está destinado por ley a infraestructura local, que lo usen para lo sanitario. Estamos trabajando mirando el peor escenario en lo económico, social y sanitario. Poniendo todo. Después habrá definiciones nacionales. Hay que confiar en la ciencia. Después se evaluará el costo social de las medidas.
P.: ¿Le llamó la atención el “ruidazo” que se hizo esta semana para que los políticos se bajen el sueldo?
C.B.: Me parece que fue una minoría. Hoy tuvimos una reunión con la oposición y fue muy amena. Nos dijeron de trabajar en conjunto y les vamos a entregar un informe con las medidas detalladas sobre todo lo que venimos haciendo. Están tan conscientes como nosotros de que es un problema que es muy difícil de encuadrar. Nadie estaba preparado para una pandemia.