Denuncian a Ibáñez por persecución a trabajadores municipales de Añatuya
Luego de las amenazas del intendente Héctor Ibáñez, al sostener públicamente “los tengo individualizados”, en referencia a los empleados municipales que realizan protestas ante la falta de actualizaciones salariales, las respuestas se hicieron efectivas a través de traslados, afectación de personas de riesgo y descalificación pública a los trabajadores que protestan, produciendo un generalizado malestar.
Como lo había anunciado el Multimedio, el miércoles, Ibáñez dispuso el traslado arbitrario de tres empleadas municipales que marchan en reclamo del blanqueo del incremento del 45% del año 2020 y el pago del aumento del 47% de este año que ya lleva 6 meses de atraso.
Traslados infundados
Durante la jornada del miércoles, mediante un decreto infundado, Ibáñez dispuso el traslado de las empleadas Mónica Hernández, Beatriz Rodríguez y Alicia Pérez, lo que enmarca dicha medida dentro de discriminación laboral por cuestiones de género, ya que las mismas personas fueron trasladadas anteriormente, por una disposición de Ibáñez, el pasado 8 de marzo, irónicamente y a modo de burla en el Día Internacional de la Mujer.
Por ese hecho, consultado un renombrado abogado del medio, sostuvo que “en estas caprichosas medidas de Ibáñez hay mucho de arbitrario y es discriminatoria de los derechos de la mujer, violando de manera reiterada expresas disposiciones que amparan la condición femenina, consagrada en la Constitución Nacional y tratados internacionales como el Tratado de Belem Do Para, entre otros, que también la provincia de Santiago del Estero ha incorporado como propias”.
Gremios
Estas medidas, con un claro tinte persecutorio por parte de Ibáñez, ha provocado diversas conversaciones entre la dirigencia política local, en especial el peronismo, que considera estas maniobras como medidas de represión y persecución política, y concluyeron en la acusación a la dirigencia gremial de actuar de manera cómplice con el intendente, sobre que no expresaron solidaridad con la angustiante situación salarial que viven los empleados municipales, lo que estaría gestando una movilización social de repudio a estas prácticas reñidas con las más elementales normas de convivencia democrática, donde los representantes gremiales son una de las cabezas visibles de este accionar cómplice de Ibáñez con los gremios que nuclean a los empleados, quienes no se sienten representados, ya que sus dirigentes no solo no los acompañan en sus reclamos, sino que posan junto al intendente, quien es acusado por sus propios representados como persecutorio.
Provocación
En tanto, las declaraciones del jefe comunal, en lugar de velar por los derechos de sus empleados comunales, de los intereses de los hombres y las mujeres que día a día ponen de sí para poner en marcha la Municipalidad, y quienes a su vez sufren como todos los ciudadanos el constante acecho de un enemigo invisible que es el Covid-19, las declaraciones de Ibáñez en los medios locales resulta ser ofensivas y con un tinte de provocación ante el pedido justo de los ciudadanos que trabajan con él en su gestión.
En tanto sus declaraciones fueron: “No existe ninguna ley que diga que vamos a pagar lo que reclaman, es un anuncio de la Provincia, así que si quieren protesten y marchen, pero si no hay dinero el Municipio no va a pagar”, con lo que queda en evidencia su postura de inflexión ante un pedido al que accedieron todos los Municipios.