Ceres: conciliación obligatoria por los despidos en el municipio
El conflicto desatado en la ciudad de Ceres, donde quedaron cesantes 44 empleados, entró en una nueva etapa. Luego de citar a audiencia de conciliación en tres ocasiones, el Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria y lanzó una nueva convocatoria para hoy, a las 11.30, en Santa Fe. Los cesanteados volvieron a sus puestos, pero desde el sindicato advierten que “no les asignaron tareas”.
La orden ministerial fue informada por el secretario del área, Juan Manuel Pusineri, quien recalcó que “se han tomado todas las medidas necesarias para la solución del conflicto”.
El funcionario detalló que “luego de citar a audiencia en tres ocasiones, y ante la falta de comparecencia de la Municipalidad, se dictó la conciliación obligatoria”.
Esto implica que tanto el Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram) como las autoridades deben retrotraer la situación al momento previo al conflicto e iniciar una instancia de negociación que se extiende por 15 días prorrogables por otros 15.
En los hechos, el municipio debió reincorporar a los trabajadores despedidos, y el gremio debe abstenerse de realizar medidas de fuerza que afecten el normal desenvolvimiento de la administración.
“Esto no significa anular las facultades que tiene tanto el Municipio como el sindicato, pero sí que mientras dura la conciliación, las mismas quedan suspendidas”, advirtieron desde la cartera laboral.
Sin tareas
De hecho, los empleados desvinculados volvieron a sus puestos de trabajo, pero sin que se les asignen ninguna labor específica, según denunció Sitram.
El gremio consignó en un comunicado que “al personal afectado en su estabilidad laboral también se les permitió ingresar, pero los secretarios tienen la orden de no darles tareas. Por lo tanto, los trabajadores están solamente ocupando su puesto laboral”.
El sindicato afirmó que “el personal de servicios generales ve restringida su prestación de los servicios pues las principales maquinarias no están en el corralón. Esta es una clara provocación desde el municipio que afecta el ingreso mensual de los trabajadores”.
Asimismo, la entidad gremial advirtió que “el Ministerio de Trabajo, a través de su resolución, expresa claramente iniciar a partir de ahora una etapa de negociación pero regresando cada trabajador a seguir desarrollando las tareas y funciones conforme la situación anterior al inicio del conflicto para poder satisfacer las necesidades de la comunidad”.
Conflicto extendido
Tal como lo publicó oportunamente La Capital, el conflicto en la Municipalidad de Ceres generó una fuerte reacción del gremio, que a través de la Federación de Sindicatos Municipales de Santa Fe (Festram) planteó un plan de lucha que transcendía las fronteras de la ciudad del departamento San Cristóbal, ubicada unos 400 kilómetros al noroeste de Rosario.
“La situación que se vive en Ceres por el despido de 44 empleados de planta permanente y la actitud de la intendenta (Alejandra Dupouy, FPCyS) de no aceptar los mecanismos constitucionales de la conciliación por su tercera incomparecencia consecutiva a las citaciones efectuadas por el Ministerio de Trabajo, encendió las alarmas al conjunto del gremio municipal de toda la provincia”, señaló en su momento la Festram. Y en este marco, requirió la urgente intervención del gobierno de la provincia.
Días después, y a instancias de la misma federación, las distintas regionales provinciales de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Confederación de Trabajadores de la Argentina (CTA) emitieron un comunicado en el que expresaron su repudio por la situación generada en la ciudad, expresaron su solidaridad con los despedidos y reclamaron la “urgente intervención del Ministerio de Trabajo”.
Desde la cartera laboral recordaron los sucesivos intentos de acercar a las partes y las tres audiencias fallidas por la no comparecencia de las autoridades. Ahora, esperan que hoy municipio y sindicato se sienten a la mesa de negociaciones.
Dupouy asumió sus funciones el 10 de diciembre luego de vencer en las elecciones a Camilo Busquets. Cuando asumió, la mandataria declaró la emergencia económica ante la “importante deuda” con la que recibió al municipio, se redujo un 25 por ciento el salario y prometió revisar nombramientos, algunos de ellos realizados luego de que el anterior mandatario perdiera las elecciones.