El reclamo salarial que golpea las puertas del Ejecutivo
La Municipalidad se prepara para acordar subas en la planta municipal, pero un grupo de Autoconvocados le pone picante a la negociación. Panfleteadas y carteles en las oficinas municipales, el pedido por una suba del 48% y una previa electoral en el gremio que pone a Llamosas en medio del fuego cruzado.
Si algo no quiere el oficialismo riocuartense es buscarse nuevos líos, pero parece que en momentos cruciales la Municipalidad se transforma en un imán de problemas. En vísperas de las PASO y con el derrotero de campaña a toda máquina, este no parece el momento ideal para encontrarse con situaciones difíciles de controlar, como la que se está cocinando entre los trabajadores municipales que sostienen un reclamo salarial que puede raspar al Ejecutivo.
El viernes de la semana pasada, un grupo de trabajadores denominados “Autoconvocados” -que actúan por fuera del Sindicato de Trabajadores Municipales- marcharon hacia las oficinas de la secretaría de Economía, donde pegaron carteles que simbolizaban el reclamo salarial que vienen sosteniendo. El hecho incomodó al Ejecutivo de Juan Manuel Llamosas en un momento de vulnerabilidad, ya que se mantienen abocados a la campaña. Pero la bulla por esta situación podría seguir un buen tiempo, incluso hasta en los días cruciales de las PASO legislativas.
“Esto no se tolera más”, comentaba un allegado al grupo de Autoconvocados que ya le puso números al reclamo salarial: Piden que se aplique un aumento y recomposición que ronde el 48%. Pero la cruzada no se frena en ese punto, ya que el principal conflicto se da por la situación de precarización laboral que denuncian puertas adentro del municipio. “Se va llenando la planta con empleo precarizado. Ningún Estado puede llevar políticas públicas de calidad en estas condiciones”, comentó el mismo trabajador.
El llamosismo ha elegido no dar mucho vuelo a los reclamos del grupo de Autoconvocados sosteniendo que no cuentan con legitimidad y que las negociaciones se iniciaran con el gremio oficial, el cual es dirigido desde hace dos décadas por el sindicalista Walter Carranza. Los disidentes de la plantilla gremial municipal plantean que nunca fueron convocados por los funcionarios para ser escuchados por su reclamo, algo que ha aumentado el nivel de tensión.
Distintas versiones cercanas al Ejecutivo confirman que Walter Carranza se reuniría con Gobierno en la jornada de hoy, lo que podría marcar el comienzo de un nuevo acuerdo. Lo seguro es que por estos días comenzará a dirimirse el futuro salarial de los empleados municipales, algo que podría terminar con el mal clima sindical en tiempos de campaña o elevar el grado de reclamo de los autoconvocados.
Desde los Autoconvocados ya manifestaron que, si el convenio no se acerca al 48% demandado, el nerviosismo irá en escalada. Los disidentes de la organización sindical anuncian que se están esforzando para frenar la conflictividad y generar una agenda en conjunto, pero advierten que si esto sigue generando inconformidad “no se podrá evitar que los compañeros tengan que salir a quemar gomas y protestar con más fuerza”.
Llamosas no quiere ni imaginarse ese escenario, pero la agrupación de Autoconvocados -la cual manifiesta haber logrado la adhesión de casi el 50% del total de afiliados al STM- es la única generadora de dolores de cabeza para el Ejecutivo en vías de una nueva negociación salarial. El intendente cuenta con el titular del gremio oficial casi como si fuera un aliado y los demás centros de representación sindical -como CGT y ATE- mantienen un comportamiento de absoluta reserva.
Entre los Autoconvocados señalan que estas estructuras gremiales guardan silencio debido a que “tienen vínculos políticos con el llamosismo”, algo que advirtieron en la campaña previa a las municipales y ahora en las PASO, con representantes de los gremios laborales integrando los equipos de campaña y hasta las listas del peronismo.
Elecciones en el gremio
Más allá de la responsabilidad del oficialismo en la negociación de las subas, la Municipalidad parece haber quedado en medio de un fuego cruzado que tiene enfrentado al STM de Walter Carranza contra sus detractores en la asamblea de Autoconvocados. Esta rivalidad conforma un campo de batalla que espera por su cruce final en las elecciones del gremio, las cuales deberán ser convocadas a partir del 31 de agosto, fecha en la cual finaliza la prórroga impuesta por el Ministerio de Trabajo de la Nación para estos procesos sindicales.
Queda claro que el deseo de los Autoconvocados excede la realidad salarial inmediata y que tienen su mira puesta en las inminentes elecciones del Sindicato. Desde comienzos de año vienen adelantando su intención de pelearle el STM a Carranza en las urnas para lograr lo que varios vienen intentando sin éxito desde hace ya veinte años. La agrupación disidente cuenta con representación y ya sumó a sus filas a un vasto sector de contratados, locadores de servicios, cooperativistas y becarios.
Por su parte, Carranza se mantiene casi oculto a la espera de finalizar esta etapa crítica que se anticipa a las elecciones del gremio. Su rol político también lo pone activo en las PASO, con una inocultable militancia peronista que seguro lo tendrá moviendo fichas en la campaña de Hacemos por Córdoba. En simultaneo, parece abocado a extinguir el fuego generado por sus rivales, quienes se atreven a contrariar su poderío.
La otra alternativa que pretende quedarse con el gremio sería la comandada por Adolfo Bildoza, un recurrente en estas instancias. Si bien el dirigente se posiciona en lugar de independencia política, no es secreto que su nombre genera favoritismo entre los sectores de la oposición, específicamente del radicalismo que integra Juntos por Río Cuarto.
Sin embargo, han surgido rumores sobre un encuentro entre Bildoza y Carranza en el último tiempo, algo que podría sugerir una especie de acuerdo cuyo final todavía no está escrito. ¿Será que Carranza contará con su otrora rival como aliado? ¿Será que el histórico secretario general del STM se retirará de la carrera y dejará su lugar a un rival conocido? El paso de los días revelará la jugada final que el Ejecutivo y la oposición observan con muchísima atención. “Es la segunda elección más importante del año”, sugería un dirigente político local.