Reclamos que el sindicato dejó en su reunión con concejales.
Dirigentes del Sindicato de Trabajadores Municipales y delegados de diferentes áreas que dependen de la Secretaría de Control y Convivencia llevaron su reclamo por mejoras en el sector al Concejo.
Por el gremio que nuclea al personal municipal participaron de la reunión en la comisión de Control, Convivencia y Seguridad Ciudadana su secretaria general adjunta, Yamile Baclini, y el secretario y el subsecretario gremial, Pablo Moyano y Víctor Amiselli, respectivamente, al igual que delegados de las direcciones generales de Tránsito, Control Urbano, Control de Proximidad e Inspección.
El subsecretario gremial, recordó que en enero pasado estuvieron “un día en estado de asamblea permanente” y marcó que “no se tolera más la situación”, aludió a la “falta de personal”, mientras se exigen más controles, por ejemplo en los centros comerciales.
Precisaron que “es la misma cantidad de personal que en los ’90, cuando el parque automotor se multiplicó 5 veces. Son 250 agentes para las 24 horas. Sería bárbaro si fuera por turno, pero en 6 turnos, son debajo de los 50 por turno”.
Mencionaron que “hay uno o dos alcoholímetros” y destacaron que “tanto alcoholímetros, narcolímetros, grúas o decibelímetros, todo se centralizó en la secretaria de Control”.
Consignaron que “esa falta de personal redunda en la mala calidad de las inspecciones, de las tareas de control”.
También explicaron que “se miente a la ciudadanía sobre los controles con las fuerzas federales, Gendarmería, Policía Federal, Prefectura; el trabajo lo hacen los inspectores municipales, ellos se quedan parados viendo”.
Advirtieron sobre otra situación que se origina “cuando juegan Newell’s o Rosario Central, el estacionamiento lo manejan los barras. A veces se llevan autos por mal estacionamiento, pero Tránsito está en el operativo de control y otra repartición hace la tarea, con el riesgo para el personal de Tránsito de que reacciones barras y el que se vio afectado” porque le llevaron el vehículo.
Igualmente marcaron que “faltas móviles, grúas, personal, insumos”. “Vendieron con bombos y platillos la alcoholemia cero, pero hay falta de controles” y agregaron que “los móviles trabajan las 24 horas los 365 días del año. Tienen asignado un cupo de 30.000 pesos mensuales de combustible, que el 21 ó 22 de cada mes se terminan. Tenemos que pedir autorización para cargar. No podemos estar esperando. La gente se enoja y con razón”.
Mencionaron que “los controles, por ejemplo en la zona de Pichincha, son inexistentes”, para indicar que “puede haber dos a pie y dos motorizados”, pero “si hay picadas en bulevar Oroño y Lamadrid, en Ayacucho, o en el serrucho -la avenida Colombres- hay que ir”.
La concejala Jesica Pellegrini consultó respecto a los adicionales para que los acompañen efectivos policiales, y en tal sentido, uno de los delegados ejemplificó que “el que está de guardia en la sede” de la dependencia, “como gauchada” concurre a algún operativo.
Mencionaron que las grúas con las que se desempeña la Dirección General de Tránsito “son contratadas y el 21 ó 25 ya no las tenés”.
Sobre las motos dijeron que tienen desperfectos mecánicos y en el mismo sentido que hay vehículos que “no los podemos sacar porque no tienen la revisión técnica obligatoria”.
Por otra parte dijeron que “el próximo jueves se inicia un evento de gran magnitud a nivel internacional en la ciudad -los Juegos Suramericanos de la Juventud- y hasta ahora no tenemos en Tránsito información sobre cómo vamos a trabajar”.
Tras agradecer la posibilidad de explicar la situación los trabajadores el edil Cavatorta indicó que “la verdad que el panorama es preocupante”.