Una semana después de asumir, los salarios de diciembre, aguinaldos y bonos representan el primer estrés para los nuevos intendentes rionegrinos. Alvarado asegura que heredó una deuda de 71 millones de la gestión Epul y que no tiene recursos para pagar el SAC ni las dietas de los ediles salientes.
La alegría por la llegada al poder se terminó rápido para varios intendentes rionegrinos. Una semana después de asumir, las obligaciones salariales se impusieron en la agenda y el reclamo de bonos extraordinarios aumentó la presión. Algunos se movieron relativamente cómodos porque heredaron cuentas saneadas, otros fueron cautos y aprobaron adicionales acotados y un tercer sector quedó en la encrucijada, porque el dinero no les alcanza ni siquiera para cancelar los aguinaldos.
La luz de alarma más importante se encendió en Cinco Saltos. La intendenta, Liliana Alvarado, aseguró que el municipio tiene una deuda superior a los 71 millones de pesos.
Dentro de ese contexto, dijo que no tienen fondos para la segunda cuota del SAC de los trabajadores y que tampoco hay recursos para los sueldos de los concejales salientes.
La semana pasada, durante su discurso de asunción, la dirigente del Frente Grande hizo un breve análisis de las condiciones en las que encontraron la ciudad y el municipio, que durante cuatro años fue estuvo bajo la conducción de Germán Epul (primero por Juntos Somos Río Negro y luego como candidato de la UCR).
La mandataria detalló que los 71 millones de deuda corresponden a adelantos de coparticipación, a obligaciones con Rentas e incumplimientos por las multas relacionadas a seguridad e higiene, entre otros puntos.
Con ese pasivo como espada de Damocles, Alvarado aseguró que no tiene dinero para aguinaldos, para los sueldos de los concejales salientes ni pagar la deuda al Tribunal Electoral.
Las cuatro principales
En Cipolletti el escenario no muestra números en rojo, pero el intendente Claudio Di Tella supo enseguida que los 271 millones en las cuentas bancarias de los que habló su antecesor, Aníbal Tortoriello, lejos estaban de ser un ahorro.
Los gastos de funcionamiento para los 20 días de diciembre por delante, los compromisos salariales y las exigencias de proveedores achicaron considerablemente el volumen de recursos disponibles.
Por eso se anunció un bono de 1.500 pesos, que se pagará el 30 de diciembre con los sueldos, en tanto que el aguinaldo se depositará el 7 de enero.
Bariloche no tuvo cambio de intendente y esa característica seguramente influyó para proyectar con más tiempo el pago de sueldos y aguinaldos a los trabajadores municipales.
El jefe de Gabinete, Marcos Barberis, informó que este viernes 20 se abonarán los salarios y el medio aguinaldo «con recursos propios».
El gobierno de Gustavo Gennuso también evitó la discusión de un bono de fin de año, porque a mediados de octubre otorgó un aumento con sumas fijas que varían según la categoría de cada trabajador y que para los sueldos más bajos significó una mejora de bolsillo del 15%.
Con respecto a Viedma, desde el equipo del intendente Pedro Pesatti informaron a RÍO NEGRO que todavía no hay definición sobre fecha de pago de aguinaldos y que tampoco se resolvió si se otorgará un adicional para los trabajadores. Las decisiones se tomarían recién mañana.
Finalmente, en Roca se anunció el lunes el cronograma de pagos, que prevé para mañana miércoles el depósito de aguinaldos, mientras que el lunes 30 se acreditarán los sueldos del mes de diciembre y el sábado 4 de enero se pagará un bono estímulo de 5.000 pesos.
«Seguiremos como hasta ahora, cumpliendo de manera ininterrumpida con las pautas salariales acordadas, y confiamos en que los trabajadores y trabajadoras municipales también continuarán realizando su mayor esfuerzo», expresó la intendenta, María Emilia Soria.
Planta y contratados
- 5.380 empleados tienen los cuatro municipios principales. Son 2.000 en Bariloche, 1.500 en Cipolletti, 1.200 en Roca y 680 en Viedma,
Los números de cuatro años bajo la lupa
Después de trazar un diagnóstico inicial, la intendenta de Cinco Saltos dispuso que cada área realice un inventario para verificar cómo entregaron el municipio en el 2015, luego de su primera gestión, y cómo lo recibieron ahora en 2019.
Esa tarea está destinada también a determinar qué va a suceder con los 200 contratados, ya que esperan hacer reubicaciones para que no pierdan su fuente laboral.
“Vamos a ver cómo ponemos de pie al municipio (…) tengo muchos años de trabajar en este ámbito y nunca había visto el deterioro y la situación en la que está Cinco Saltos”, remarcó Alvarado.
No hay máquinas viales. Esta semana intentamos ponerlos a funcionar y no hay un solo vehículo en la municipalidad que podamos hacer andar.